Pepe Marchena tenía una bonita costumbre. Cada 25 de diciembre reunía en su casa de Madrid o Sevilla a un buen grupo de cantaores y guitarristas pobres. «A los oscurecidos ya, a los que quedaron con la garganta seca», decía él. Una vez allí, armaba la marimorena para celebrar la Navidad con aquellos que menos tenían. «Si hay dinero, bien; si no lo hay, se empeñan los trajes y las joyas o se deja de beber. Pero a las 12 en punto, el Niño Marchena, vestido de frac, sirve una mesa en su casa llena de jubilados del cante jondo y, entre plato y plato, surge el cante de todas las esquinas», contaba el maestro, refiriéndose a él en tercera persona, como solía hacer, en una entrevista en el diario ‘La Voz’, en 1935.Este fue el espíritu que ayer recuperaron Sandra Carrasco , una de las voces más versátiles del cante jondo actual, y David de Arahal , gran promesa de la guitarra flamenca, con su espectáculo ‘La Navidad de Pepe Marchena’, organizado por el Ayuntamiento de Madrid, que interpretaron en la Parroquia Nuestra Señora de Guadalupe. La pareja recuperó un buen puñado de villancicos, rescatados para ellos en exclusiva por el flamencólogo Manuel Martín Martín de las grabaciones de pizarra de Pepe Marchena que este tiene en su fonoteca particular.«Los villancicos escogidos nos han permitido dejar volar nuestra creatividad, como nos suele pasar con el maestro. La personalidad de Marchena era tan grande que, de una frase escrita y cantada por él, nosotros sacamos un mundo. Ha sido una gozada recuperar el mundo marchenero desde una perspectiva navideña y eclesiástica», reconoce Carrasco a ABC. «Es muy interesante, porque Marchena tuvo la osadía, además, de introducir el espíritu navideño en la letras de palos del flamenco, como la serrana y la farruca, que no eran muy apropiados para ello. Hemos hecho casi un trabajo antropológico para rescatar todo eso», añade el tocaor. «La investigación entre los dos ha sido muy fuerte… algo mágico», concluye la cantaora.RSS de noticias de cultura/musica Read More 

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