El jugador de Olimpiacos de Grecia sentenció el juego disputado en Rabat y cerró la victoria del conjunto anfitrión. Fue una pirueta fantástica, que hasta recibió la aprobación del príncipe heredero, Moulay El-Hassan.
El jugador de Olimpiacos de Grecia sentenció el juego disputado en Rabat y cerró la victoria del conjunto anfitrión. Fue una pirueta fantástica, que hasta recibió la aprobación del príncipe heredero, Moulay El-Hassan.