“Waldo no es más que la traducción política de las redes sociales. Una maquinaria temible que se alimenta de rabia y tiene como único principio el compromiso con sus simpatizantes”, dice Giuliano da Empoli.
“Waldo no es más que la traducción política de las redes sociales. Una maquinaria temible que se alimenta de rabia y tiene como único principio el compromiso con sus simpatizantes”, dice Giuliano da Empoli.