Ya había esbozado algunas incursiones en la música latinoamericana en otros discos, pero manteniendo ciertos ‘rockismos’ y nunca con la hondura y el compromiso de ‘Cuentas Pendientes’ , un álbum en el que Bunbury canta a la vida real, al pie en pared contra las vorágines, al valor de escuchar con atención, al amor y también al arte de escribir canciones, casi siempre con una envoltura de celebración fraternal que invita a cantar con una botella en una mano y el hombro de un amigo en la otra.Aunque seguro que ha hecho un disco reposado, lento, porque era lo que le apetecía, no sé si tiene algo de declaración de intenciones.Este disco nace de una necesidad personal, de una intuición, de una pasión, y de un acercamiento a una serie de músicas que surge de una reflexión individual, totalmente ajena al contexto. Para mí, hace tiempo que me es complicado verme dentro de una escena musical. Me parece que no tiene sentido intentar, en determinados momentos de tu carrera, acoplarte a las modas que vienen y van. Primero porque como perro viejo, de alguna forma sé que las modas tienen ese problema, que pasan. Incorporarte a determinados movimientos puede ser artificial, incluso se te puede ver como un intruso y hacerte sentir fuera de tiesto. No he hecho el disco en contraposición a eso, sino porque era el que me apetecía hacer. Ya me he asomado a la música latina en otros momentos de mi carrera, pero esta vez lo he hecho desde otra perspectiva. En ‘Licenciado Cantinas’ era un grupo de rock haciendo música latina, hay guitarra eléctrica con distorsión, mucha batería, sintetizadores… En este disco parto de músicos del folklore, que conocen su instrumentación con sabiduría y sensibilidad. En su carrera siempre ha estado presente la combinación de lenguaje poético y popular, pero en este disco brilla especialmente. ¿Quizá el enfoque sonoro ha allanado el terreno en ese sentido?Es probable. Como dices, el contexto musical puede que me haya empujado en esa dirección. Me ha presionado, o forzado para que ese equilibrio estuviera más medido. No he querido renegar del hecho de que son canciones, como decía José Alfredo, «para que el pueblo me las cante». Pero he querido que la forma, las palabras, el contenido tuvieran su peso literario.Noticia Relacionada estandar Si Aparece una grabación inédita de Camarón: el último milagro del «dios» del flamenco Israel VianaEn ‘Para llegar hasta aquí’ canta: «Cuando todo se derrumba, algo nuevo crece en ti. Líbrame de ataduras para poder sobrevivir». Una manera brillante de resumir su carrera en pocas palabras.Gracias por lo de «brillante», y sí, esa es la intención. Es un poco un ‘My way’ en cuanto al contenido de la letra. Es una forma de agradecer lo vivido, de ensalzar el obstáculo y las victorias, y de aceptar que todo forma parte del camino, de la lucha para llegar hasta aquí.¿Hay que valorar más el obstáculo?Yo lo valoro enormemente, y no sólo eso, sino que lo guardo en el recuerdo con especial cariño. Hay veces que alguien me habla de algún concierto que me salió muy bien, pero yo soy incapaz de recordarlo. Y sin embargo, me acuerdo perfectamente del concierto que fue un fracaso rotundo, y casi lo guardo con orgullo, como diciendo «ese fracaso fue mío y sólo mío» (risas).Es de rigor preguntar por los músicos que le acompañan en el disco. Su relación con Jorge Rebenaque (piano, acordeón y teclados) se remonta a veinte años atrás, y con Ramón Gacías (batería, coproducción) incluso más. Pero, ¿qué hay del chileno Sebastián Aracena (guitarras e instrumentos de cuerda), y los mexicanos Luri Molina (contrabajo) y Johnny Molina (percusiones)? ¿Cómo los conoció?A Sebas lo conocí por primera vez de pasada en una actuación de Mon Laferte. Es un maestro de la guitarra, una de esas personas tocadas por la mano de Dios, con un don fuera de este mundo. Ramón, que lleva viviendo varios años en México, me mandó un vídeo de Luri tocando en un club de jazz, e inmediatamente pensé «con este tío tengo que grabar algo». Lo de Johnny fue buscando músicos para la grabación, lo encontré hablando con diferentes artistas que me lo recomendaron. He tenido buenos percusionistas, pero nunca con la exagerada precisión que él tiene. Es un monstruo al que se le incrustó en la cabeza un USB con toda la información de la música latina desde 1890 hasta nuestros días. Lo conoce absolutamente todo.Intentará que participen en alguno de los quince conciertos de la gira?Me encantaría hacer algo con ellos, más específico. Ojalá se dé el momento.Su banda de gira será El Huracán Ambulante, que ya le acompañó en incursiones latinas previas. ¿Ha sido premeditado o una alineación de planetas? Creo que ya sabía que giraría con ellos antes de perfilar este disco…Ha sido una alineación de planetas totalmente, sí. La idea surgió de otra idea, cuando estaba preparando la box-set de ‘Viaje a ninguna parte’. Por circunstancias, las ralentizaciones de los tiempos, entré a grabar este disco, y el proyecto inicial de dar unos pocos conciertos con motivo de la box-set se ha juntado con ‘Cuentas pendientes’. Sólo va a dar quince conciertos, y otros artistas están reduciendo también sus giras. ¿Quizá no tengo mucho sentido dar noventa o cien conciertos?Tiene sentido cuando piensas que cuando fuera de casa, como en ningún lado. Pero yo personalmente estoy muy contento con cosas que quiero hacer en casa, como componer y escribir, y las giras quitan mucho tiempo. Esto podría dar para hacer un análisis de la industria. No sé hasta qué punto, cuando llevas veinte años de carrera o más, seguir haciendo ochenta conciertos en España puede convertirse en algo aniquilador. Y no sé hasta qué punto tiene sentido estratégicamente. Desde el punto de vista internacional, dar sólo quince conciertos es muy complicado, porque me voy a dejar fuera un montón de países.Habrá recibido muchas súplicas para ampliar un poquito.Sí, sí, incluso lugares donde ya se han agotado las entradas, pidiéndome repetir. Ayer, hablando con el Wizink, me dijeron que debería haber sacado otra fecha. Lo mismo en Bogotá… Pero la puerta está cerrada.De un tiempo a esta parte, artista que saca documental, artista que habla de su depresión por el agotamiento extremo de las giras. ¿Se ha querido exprimir demasiado la gallina de los huevos de oro?Hubo un tiempo en el que se nos asustó mucho a los artistas con el mantra de que ya no se venden discos, de que hay que salir a la carretera para vivir de la música. Es una frase hecha como muchas que hay en torno a la industria. «Ahora se lleva el single, no los discos», «el formato físico ha muerto», «sin redes sociales no eres nadie», «el rock ha muerto», «ahora se llevan las colaboraciones»… Todas esas frases hechas tienen una base importante de mentira, y normalmente las suelta gente que desconoce la realidad, o que pretende meternos a todos los artistas en el mismo saco. Ahora, cuando digo que he hecho un disco latino, hay quien viene diciendo «pues habrás hecho algún reguetón, ¿no?». ¿De verdad alguien le ha dicho eso?Claro… Y es un comentario para meter en la lista de comentarios tontos. Hay gente que considera que si estás fuera del reguetón no puedes tener una carrera exitosa. Eso es tener muy mermada la capacidad de observación de la realidad.Imagino que disfrutó mucho de la película ‘La Estrella Azul’.Sí, tuve la oportunidad de conocer el proyecto en etapas tempranas. Macipe me pasó el guión, me pidió colaboración, pude ver un montaje inicial… La verdad es que me alegra haber seguido todo el proceso porque el resultado ha sido una película llena de sensibilidad que muestra a un director con algo que contar.En la escena final, cuando el protagonista (Mauricio Aznar, líder de Más Birras, cuyo ‘Apuesta por el rock’n’roll’ fue la única versión que hizo Héroes del Silencio) escucha su mensaje en el contestador, no le devuelve la llamada. Pero la realidad no fue así, ¿verdad?Así es, me llamó y estuvimos hablando. Aquella charla fue durante la grabación de ‘El Espíritu del vino’ en Londres. Le llamé para pedirle permiso para versionar ‘Apuesta por el rock’n’roll’ para la cara B de un single, dejé el mensaje en el contestador y luego él me llamó.Imagino que lo que suena en la película es una recreación, no el mensaje original.Eso es, sí.El anhelo imperecedero por otra reunión de Héroes del Silencio, ¿usted lo siente hacia alguna banda?Cuando Bauhaus se reunieron, yo fui a verlos encantado y dieron un gran concierto. Lo mismo con los Stray Cats. Me gustan las reuniones que no son aparatosas. Por ejemplo, la de Guns N’ Roses no la he visto, y no siento la urgencia de verla. También porque ya los vi en la gira de ‘Use your illusion’, y me quedé con la sensación de haber visto a una banda en su mejor momento. Pero no, no tengo interés especial porque se reúna ninguna banda. Me gusta que los artistas vivan sus vidas creativas de la mejor manera posible, y si deciden reunirse porque necesitan dinero y tienen que pagar el alquiler, también me parece bien.«Yo no me meto esas cosas de celos, de envidias, de sarcasmos tan propios de otros compañeros»Acaba de celebrarse la primera edición del Salón de la Fama de la Música Hispana, ¿cómo lo valora?Lo que está claro es que todo lo que sea reconocer el trabajo que han hecho músicos que nos han dado tanta alegría, es estupendo. Yo disfruto mucho con las creaciones de nuestros maestros, y todo lo que sea agradecer, bienvenido es.En el Salón de la Fama original no hay ni un sólo grupo que cante en español.He visto que Maná finalmente se ha quedado fuera, sí. En su momento se intentó con Soda Stereo y no ocurrió nada. Esta vez se ha llegado a la nominación, así que es un avance. Lo que no hago es meterme en esas cosas de celos, de envidias, o de sarcasmos tan propios de algunos compañeros, porque pienso que todos lo que reciban homenajes, se lo merecen. Y jamás pienso que yo me lo merezca más. Ya me siento halagado por mi público. Con Maná sí que he visto algún comentario diciendo que «Maná no es rock», o incluso «yo soy más rock que Maná»… Estas discusiones de niños, para el patio del colegio. Igual en el Rock’n’roll Hall of Fame debería haber una división latina, como en los Grammy.MÁS INFORMACIÓN Bunbury: «En la pandemia quizá fui demasiado naíf al pensar que todos estaríamos de acuerdo en defender los derechos fundamentales»Teniendo en cuenta las características de ‘Cuentas pendientes’, me despido preguntándole por el apagón.Mmm… El apagón… Había aterrizado en España de madrugada, así que lo pasé en el hotel. Lo viví con mucha… Pues eso, en mi habitación de hotel.¿Pero tiene alguna reflexión sobre ello para compartir?Sí, que se me hizo corto.RSS de noticias de cultura/musica Read More 

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