La ex primera dama cambió de casa, de auto y de barrio. También renunció a la custodia policial que le asignó la Justicia y había costado al gobierno argentino más de 300 mil dólares.
La ex primera dama cambió de casa, de auto y de barrio. También renunció a la custodia policial que le asignó la Justicia y había costado al gobierno argentino más de 300 mil dólares.