Sucedió en Taquimilán, al norte de la provincia, donde se desarrollaba la fiesta del Cantor y la Mujer Campesina. Una mujer y su nieta, que vendían comida, fueron las principales damnificadas y tuvieron que recibir atención médica en un hospital local. El intendente reconoció que a la ambulancia que estaba en el lugar no funcionaba. “La empujaron como dos cuadras, pero no arrancó”, admitió.