Hospedado en el cuarto 704 del lamentablemente ya desaparecido Hotel Castelar, seguramente al bajar rumbo a alguna cita de su interminable agenda, al cruzar el looby Lorca escuchó la voz de un joven, muy apuesto, preguntando por él.
Hospedado en el cuarto 704 del lamentablemente ya desaparecido Hotel Castelar, seguramente al bajar rumbo a alguna cita de su interminable agenda, al cruzar el looby Lorca escuchó la voz de un joven, muy apuesto, preguntando por él.